Sombras de ojos en polvo

Ya en el año 5000 a.C. Cleopatra pintaba sus ojos con piedras preciosas como el lapislázuli (sombra azul) o la malaquita (sombra verde).


Estas sombras de ojos están hechas con pigmentos minerales (óxidos de hierro y micas). Están libres de metales pesados y colorantes sintéticos, que muchas veces resultan irritantes, alergénicos, bio-acumulables e incluso carcinógenos.

Como base utilizo el almidón de arrurruz, que absorbe la grasilla del párpado y no reseca, permitiendo un fácil deslizamiento. El arrurruz es el que da el "acabado piel de melocotón" en polvos faciales. Y es un excelente sustituto del talco, que inhalado puede resultar tóxico y está relacionado con determinados tipos de cáncer.

Para fijar la sombra al párpado uso el estereato de magnesio, la misma sustancia con la que se impregnan las manos algunos deportistas para mantener un mejor agarre a los aparatos de gimnasia (como las anillas) y evitar que se resbalen las manos por el sudor.

Y para compactar la sombra la Jojoba, una cera natural con una composición muy similar a la de la piel, que se absorbe fácilmente y no engrasa, evitando que se corra la sombra y nos quede una línea muy poco estética en el párpado. Tiene excelentes propiedades antiarrugas y calmantes, siendo un valor añadido a esta zona de piel tan delicada.






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