La
parafina es un residuo del petróleo, consiste en los posos que quedan en el
fondo de los barriles de petróleo crudo. Es un producto residual que antes no
tenía ninguna salida. Estos posos se blanquean con benceno (que en el aire es
tóxico) y se tratan con diferentes disolventes químicos. Cuando se queman estas
velas, emiten hollín y humo, toxinas, y agentes carcinógenos. Nadie compraría
velas de parafina si no se eliminara antes el mal olor que producen (similar a
los humos del gasoil) con aromas sintéticos, muchos de los cuales son
irritantes. Si se supiera que el hollín, el humo y los residuos químicos de
esas velas pueden adherirse a las paredes y al techo, es posible que nunca se
encendieran.
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