Las sales de baño,
poseen minerales, que otorgan un medio idóneo para cuidar nuestra piel,
favoreciendo la desintoxicación del organismo además de un momento de
relajación que permitirá una mejora física y emocional.
Las sales de baño son reconocida por sus benéficas propiedades al tener efectos curativos para tratar determinadas enfermedades: musculares, dermatológicas, hasta reumáticas, entre otras. Mediante los baños de inmersión, por lo que se utiliza en los mejores spa del mundo por ser antiestrés y energética. Las sales pueden ser marinas o provenir de océano fósil bajo tierra, por lo que puede ser considerada virgen. Contienen los minerales necesarios para una piel más lozana. Se obtiene por evaporación por efecto del brillo solar.
Son diversos los
estudios, que indican, las grandes bondades de darse un baño termal.
Muchas enfermedades
articulares, pueden ser controladas, por medio de los baños termales. De hecho,
en la antigüedad, los baños termales eran utilizados para paliar diversas
molestias del cuerpo. Por lo que un baño
de inmersión que es parte de la llamada hidroterapia, que es
una indicación médica con fines terapéuticos se debe realizar en un
ambiente tranquilo y a una temperatura adecuada del agua, nos brinda un momento
de relajación además de contribuir a la limpieza de la piel. No obstante, los
componentes del medio en que tomamos un baño influyen de forma importante en
los beneficios que se pueden obtener.
Si además combinas
las sales con aceites esenciales de plantas medicinales, se obtienen otros
efectos añadidos. Ejemplos:
Sales de Canela.- estimulantes y
afrodisíacas.
Sales de Eucalipto.- mejoran la
circulación; expectorantes para el refriado.
Sales de Tomillo y
Pomelo.- relajación física y mental; estrés y ansiedad.
Sales del Himalaya
relajantes.- remineralizan y calman pieles secas y sensibles; con aceites
esenciales de Palmarosa, Geranio y Naranja y flores de Malva.
Sales de Lavanda.- relajantes y equilibradoras; con flores
de lavanda y rosas.
Hoy he tenido una experiencia muy grata:después de una agotadora tarde de compras, ya en casa, me he dado un baño con las sales del Himalaya y...¡Qué placer! Mis pies han quedado perfectamente relajados y mi piel se ha sentido delicadamente acariciada ¡Qué bienestar! ¡Qué gusto! Un estupendo descubrimiento, estas sales.
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